Pasaron 3 años de que María Rivarola nos dejó para convertirse en un icono de lucha por varias causas por los Derechos Humanos, principalmente por los derechos de las mujeres. Además de una vida profesional muy cercana a la gente, ella dejó en su camino muchos afectos y aprendizajes de los que hoy las Mujeres OPUMI reconocemos profundamente. Nos costó el duelo, lo trabajamos mucho, porque María estuvo desde nuestros inicios y nos sorprendió su partida tan temprana.
Hoy contamos con la oportunidad de comunicar más allá de nuestras redes personales y organizativas y es por eso que queremos agradecerla y rendir un afectuoso homenaje en el primer artículo de Mujeres OPUMI, a quien fuera nuestra compañera, pero principalmente nuestra amiga: María Rivarola.
María nace el 27 de febrero de 1969, en Asunción. Es hija de María Erotida Rivarola y Rául Franco, quien fallece cuando ella tenía apenas 9 años. Su infancia la vivió en Barrio Obrero y desde muy pequeña ella se encargó de la crianza de sus hermanas Heidi, Cynthia y Daisy, nos cuenta Nadia, una de las hijas de María.
Además de Nadia, Romina y Camila son hijas de María, aunque esta última es su hija del corazón, una sobrina a quien acogió desde muy pequeña.
Su entorno siempre fue con mujeres, cuidando a sus hermanas de toda violencia, según Nadia, es el que hizo de ella “una rebelde con causa” porque lo que más tuvo, fueron causas para revelarse. En este ambiente familiar conformado completamente por mujeres le hizo dar cuenta siempre de lo injusto, de toda la violencia que vivían las mujeres, y es por eso que su causa principal fue por los derechos de las mujeres.
María fue impulsora del Movimiento por el Derecho a la Salud en Paraguay, del cual también es parte Mujeres OPUMI, y que hoy lleva el nombre de María Rivarola. En esta causa invertía su cabeza, su fuerza, sus ganas e incluso sus ingresos, cuenta Nadia. Este movimiento fue su gran motor, al igual que los derechos de las mujeres, pero su infinito amor siempre fue para las mujeres de su familia, las ya mencionadas y su nieta Nahiara.
Como ya manifestamos al principio, para las Mujeres OPUMI, María Rivarola estuvo desde sus inicios y fue una persona de quien aprendimos mucho y ha marcado la vida de las mujeres que pasaron por la organización.
Es por eso que no podemos resumir, ni obviar ninguna palabra de lo que compartimos esta semana hablando de María. Así a continuación se encuentran los testimonios que celebra la importancia de su existencia y su paso en nuestras vidas, con su inigualable solidaridad, su compromiso y su admirable coraje para llevar las voces de las mujeres que ella representó y aun representa.
“Hay tantas cosas que decir de María, pero la recuerdo como una persona muy optimista, voluntariosa y nunca ha negado ayuda alguna, al contrario era la primera en decir SI SE PUEDE. Era una persona fuerte, a quien le gustaba los desafíos. Todas recibíamos de ella un amor incondicional. María era una persona con un corazón enorme. Cuando estuve tocando fondo ella supo levantarme, junto a las Mujeres OPUMI y hasta ahí puedo contar, porque se me llenan los ojos de lágrimas.” (Virginia)
“María Rivarola era una persona que no podía estar triste, siempre irradiaba positivismo, siempre estaba en positivo, para que todas las causas que sean escuchadas, ella estaba siempre al frente y puedo decir que ella siempre estaba dispuesta a todo. Ella era la que sonreía, la que bailaba, la que cantaba, ella era la alegría en persona, con todo el entusiasmo y energía. Era una gran mujer, de ella aprendí muchas cosas, tengo gratos recuerdos de ella y siempre va a vivir en mi mente y en mi corazón.” (Ada)
“Recuerdo, su humildad, su sonrisa y que cuando le pedias algo, ella jamás se negaba, rápido gestionaba. Me hace recordar que para ella no había nada imposible, siempre ella estaba para ayudarte, nunca se negaba, siempre estaba ahí. No olvido su sonrisa, su alegría, su forma de estar al lado de quien necesita, sea como sea, sea quien sea.” (Angélica)
“A María la conocí en mis primeros años de militancia, su entrega era incondicional, ella siempre tenía tiempo para apoyar a otras mujeres, no sabía lo que era negarse a ayudar al prójimo, en su trabajo hacía más de lo que estaba escrito en sus contratos, le importaba más lo cualitativo antes que lo cuantitativo” (Lourdes)
“María me cuido muchísimo cuando yo estaba enferma.” (Zunilda)
“La vida me regaló momentos fenomenales con ella, ella con su manera de ser única, me dejo un legado muy importante. A no rendirme ni a decaer nunca y con su recuerdo me sigue invitando a sacar mi mayor resplandor. María brillaba por naturaleza, sabia como las luciérnagas que cuando cae el manto de la noche saca lo más bello y mágico de interior. María siempre vistió con su propia luz, irradiaba por el mundo e iluminaba donde estaba. Quienes tuvimos la dicha de caminar con ella, sabemos el significado de su amistad” (Sulma)
“Para mi es inolvidable como en OPUMI desde los comienzos, recuerdo a María, nunca olvido cuando nos reunimos en el Super de Fernando de la Mora y la primera vez que la he visto con una gran sonrisa, con los brazos abiertos, me hizo sentir tan segura, tan especial, porque me acompañó apenas me enteré de mi situación de salud. El recuerdo que tengo de ella, es de una persona tan luchadora y con tantas ganas de ayudarle a la gente. Ella fue única, siempre dispuesta a pasarnos la mano, con una gran calidez humana siempre. María vive en mis recuerdos como una gran persona. Estuvimos en las raíces de OPUMI y eso quedó en mi corazón.» (Dahiana)
«Recordar a María es recordar el cariño, es recordar a una persona bondadosa, soñadora, sensible y sobre todo luchadora, que hasta el último día lucho por el Derecho a la Salud, esa su alegría, su energía es muy loable recordar, porque ella tenía un coraje que la representaba, con esa sensibilidad a flor de piel. por siempre estará María en nuestras vidas, porque ella es parte de nosotras.» (Gladys)
«María era una gran persona, una gran mujer, me enseñó muchísimo, yo cuando la conocí, ella me abrió los ojos, pude entender muchas cosas, ella me transmitía fuerzas, ese ánimo cuando estaba más decaída. Nunca la he visto triste o desanimada o con cara enfadada. Esa su sonrisita de costado que la caracterizaba es difícil de olvidar. Cuando ella quería alcanzar algo, ella luchaba, nunca fue víctima, siempre fue una verdadera guerrera.» (Luzcelia)
«María fue una de más de OPUMI… ¿Cómo olvidar su amplia sonrisa y profunda empatía?. Soñadora, alegre, emotiva, fiestera, linda por donde se la mire. Luchadora incansable por la salud. En su paso por esta tierra, trabajó sobre la promoción y protección del tesoro más preciado «la salud». Vivió con fe y esperanza de un mundo mejor, por eso debemos continuar cosechando las semillas que plantó y nos dejó.» (Rossana)
«Todo trabajo que ella realizaba, lo hacía con mucho amor, mucha pasión y entrega. En todos sus roles veia a María como una mujer de lucha, una mujer que se esforzaba al máximo por todas las causas que ella reivindicaba.» (Sirley)
«María era una persona de alma bella, que no limitaba su ofrecimiento de ayudar a los demas. Se movía por convicción de justicia e igualdad.» (Sonia)
Así María Rivarola habita en nuestras memorias.
Maria Rivarola es un simbolo.para todas las mujeres que tuvimos.el privilejio de caminar de su mano. Con ella aprendi el valor de ser Mujer de no permitir que me desvalorizen x un diagnostico. Hablar de Maria es hablar de una mujer que dejaba todo x ayudar, gestionar y apoyar al que necesitaba.
Emociona leer este Homenaje chicas a la María de Todos y de Nadie. Rebelde, Pícara, Arritmia al bailar pero con un corazón del tamaño de muchos Multiverso. La extraño si, pero celebro haberla conocido y que ella me haya contado entre sus amigos cercanos. Me decía NeNe y yo me derretía todo. Amiga de cuerpo Escultural y Silueta sin igual. Mi Vidaaaaa ( ella luego se reía de ella y los reiamos todos y todas con ella) Que persona más admirable! Estuvo ahí justo cuando la necesité y yo no pude faltarle tampoco. Misión Cumplida my Querida María. Nos volveremos a ver alguna vez… La última vez que hablé con ella le dije que «Cada vez que viera su foto sería un abrazo en el infinito y eso acaba de suceder ahora» y me arranco lágrimas pero el saberla en Paz y sin sufrimiento calma mi añoranza. Hasta Siempre ChuChi. Te amo amiga.
Gracias OPUMI por tan hermoso homenaje.